jueves, 19 de mayo de 2016

El pintor Georges de La Tour (1593-1652)

Riña de músicos
El Museo del Prado organiza una exposición antológica dedicada al pintor francés, GEORGES DE LA TOUR (1593-1652). Exhibe treinta y una pinturas, un número excepcional, ya que se conocen de su mano poco más de cuarenta. Está organizada cronológicamente, de manera que permite observar la evolución estilística, aunque ningún cuadro está fechado de manera concreta como suele suceder con otros autores. Debió formarse en el tenebrismo y el naturalismo de influencia de Caravaggio. Aquellos cuadros considerados tempranos, aunque también los posteriores tienen como protagonistas a personajes humildes tratados de forma realista, que protagonizan sus cuadros religiosos o de género.

Magdalena penitente

Fue descubierto a principios del siglo XX, una fecha tardía, lo que causó que muchas de sus obras fuesen atribuidas a artistas contemporáneos del norte de Europa y españoles como Zurbarán, Ribera y Velázquez, con un cierto parecido estilístico. No firma siempre sus cuadros. La documentación le atribuye un origen y formación en Lorena, para ser luego un artista reconocido en lo profesional, llegando a ser pintor del rey Luis XIII. De esta manera sería testigo de las penurias que soportaban los campesinos del ducado en forma de epidemias o de la Guerra de los Treinta años.

Mujer expulgándose

Sus cuadros los emplean como protagonistas de las imágenes religiosas, de los apostolados, de los santos, de las  historias bíblicas, de tal manera que pudiera confundirse con pinturas de género, que en el autor son muy abundantes, especialmente de músicos ciegos y pobres que tocan la zanfonía. No representa el paisaje, sino las texturas de los objetos, de las telas o los girones que visten sus personajes plebeyos. El estilo elude el dinamismo barroco en favor de la quietud y la representación austera. A veces los personajes están forzados a adaptarse al marco rectangular del lienzo, que recuerda al gran maestro italiano. Prefiere los planos medios en la representación de las figuras y un fondo neutro, como haría Velázquez. 

Ciego tocando la zanfonía

Sin embargo, a diferencia de éste, o de otros pintores españoles, su técnica se hace cada vez más precisa, menos visual o de perspectiva aérea, quedando más nítidos los contornos de las figuras. Por otro lado, siempre muestra un fuerte contraste entre luces y sombras, entre las figuras iluminadas y los fondos oscuros. Sin duda es un extraordinario maestro en la representación de la luz artificial, de personajes iluminados en la noche dentro de interiores. La iconografía más famosa es la que representa a María Magdalena, símbolo de la penitencia, del arrepentimiento tema tan común en la cultura barroca influenciada por la Iglesia de la Contrarreforma.

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