lunes, 2 de febrero de 2015

Escultura renacentista y poder político

El pasado mes de enero los primeros ministros de Alemania e Italia realizaron una rueda de prensa conjunta debajo de el David de Miguel Ángel que se exhibe dentro de la Academia de Florencia. Para cualquier observador, la situación de los mandatarios debajo de la enorme escultura del joven héroe bíblico que venció al gigante Goliath, no podía pasar inadvertida por los significados que se transmiten al espectadores presentes y a través de los medios de comunicación. Ya en su momento la emblemática escultura fue un encargo de la Signoría de Florencia al artista, para mostrarse al público en la plaza de gobierno, como símbolo de la victoria del pueblo contra la tiranía de los Médicis.

David, Miguel Ángel, 1501-1504
Hoy la intención de Renzi, el primer ministro italiano, de realizar la rueda de prensa en la ciudad donde  fue alcalde y debajo de la famosa escultura, pudiera ser para recordar a la poderosa Alemania, que en la actualidad rige los destinos de Europa, que un país aparentemente más débil pudiera derrotar a otro considerado como un gigante político y económico, si está guiado por la inteligencia y el arrojo que tuvo el personaje mítico, estimulado por sus cualidades naturales, por la belleza y armonía, de su anatomía y de los sentimientos nobles. La singular escultura del Renacimiento se convierte así en otro elemento del discurso político italiano, además de los realizados verbalmente aquel día.

Firma del Acta del Tratado/ Anónimo
Un ejemplo parecido de empleo de una escultura de este periodo artístico con una finalidad política en la actualidad, uniendo así al propio significado propio de la obra, a otro más reciente, se vio en la firma del Acta del Tratado de Adhesión de España y Portugal a las Comunidades Europeas el 12 de junio de 1985 cuando dicho acto se llevó a cabo en el Salón de Columnas del Palacio Real de Madrid sobre una mesa debajo de una copia del Carlos V y el Furor, cuyo original se encuentra en el Museo del Prado. 

Carlos V y el Furor, Los Leoni, 1551-1564
Una obra realizada por los escultores milaneses Leone y Pompeo Leoni en bronce del emperador desnudo con armadura de pie que tiene dominado a un hombre derribado y encadenado, símbolo de sus enemigos, los protestantes y los turcos. El que fuera defensor de la unidad europea por el imperio cristiano, heredero del romano aparece como testigo de dos países que quieren formar parte de una unión económica y política, de la que los aspirantes se sienten como su más fervientes seguidores.

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