Una de las exposiciones más destacadas de PhotoEspaña 2024 corresponde al fotógrafo holandés, Erwin Olaf, que lleva como subtítulo, Narrativas de emancipación, deseo e intimidad. Una amplia retrospectiva que reúne 185 fotografías, una veintena de vídeos y videoinstalaciones, desplegada en los espacios del Centro Fernán Gómez. Una muestra que es un rendido homenaje al artista que el pasado año falleció de una enfermedad pulmonar. También, un auténtico In Memoriam a través de su obra y sus propias opiniones escritas en las paredes. Una obra que el visitante encuentra sin un orden cronológico, sino temático, que nos informa de la calidad y fama del autor. Un artista que se debate constantemente entre la imagen estática y en movimiento.
De acuerdo al título de la exposición, ésta se articula en tres aspectos según la dirección de su práctica artística: la emancipación (el cuerpo político), el deseo (el cuerpo sensual) y la intimidad (el cuerpo afectivo), y más concretamente, en series temáticas entre los años ochenta y 2020. Identifican, antes que todo a un artista comprometido con las reivindicaciones de su tiempo: la identidad, el género, la raza, la sexualidad, el multiculturalismo y la ecología. En consecuencia, las obras se presentan en tres capítulos, una introducción y un epílogo, que no dejan impasible al espectador. Un conjunto de poderosas imágenes artísticas, elaboradas o teatralizadas, donde los protagonistas se muestran estáticos la mayoría de las veces en las más diversas poses.
El primer espacio de introducción se dedica a sus autorretratos desde hace cuarenta años. Una forma de hablar de sí mismo. El capítulo 1 lleva por título, así, Emancipación, que reúne obras de compromiso social. Un compromiso que desde su inclinación sexual, pone el foco de atención en la piel de los cuerpos desnudos mas que en la pasión. Tiene aversión a un arte explícitamente político que le limitaría estéticamente. En la serie Grief (Pena) coreografía la emoción, el momento en el que el pueblo norteamericano recibe la noticia de la muerte de Kennedy.
Por otra parte, el fotógrafo considera que vivimos en un mundo cambiando rápidamente y cómo carecemos de respuesta, estamos paralizados. De esta forma, sobresalen dos series, Berlín, en la que nos lleva al mundo de entreguerras con la cual nos parecemos tanto; e Im Wald (En el bosque) donde confronta el poder de la naturaleza y la arrogancia humana. Para ello se inspira en El caminante sobre el mar de nubes del pintor romántico, Caspar David Friedrich, donde él mismo se fotografía contemplando la finitud más que el futuro. Emplea en este caso el blanco y negro, frente al color, más empleado por el artista, porque reduce la imagen a su esencia.
El capítulo 2 se titula Deseo. El espacio tiene las paredes rojas y reúne obras relacionadas con la sensualidad, la sexualidad y el mito (el cuerpo sensual). El espectador se encuentra con esculturas que interaccionan con fotografías y vídeos. También nos encontramos con una videoinstalación en el centro sobre la idea que cuando hablamos del cuerpo desnudo nos referimos a gente joven, pero en las personas ancianas pervive el deseo, e igualmente el atractivo de sus cuerpos. El capítulo 3 se refiere a la Intimidad, a obras relacionadas con los afectos y los sentimientos. Trata de la relación del artista con su madre en la serie, Separación, o la alienación y el aislamiento del individuo en una megalópolis, en Shanghái. Finalmente, el recorrido termina con Epílogo, que expone la serie April Fool 2020, que es un llamativo autorretrato de Erwin Olaf durante la pandemia Covid-19, donde nos recuerda la fragilidad de nuestro mundo. En ese figurado Día de los Inocentes, narra la ansiedad de la gente jamás vivida, el sentirse como un bufón a quien nadie presta atención y el hastío que supuso el interminable encierro.