lunes, 11 de marzo de 2024

ARCO Madrid 2024


 

Un año más la Feria Internacional de Arte Contemporáneo no ha dejado indiferente al numeroso público asistente. Las cifras son elocuentes, casi cien mil visitantes, tantos como la edición anterior, para contemplar numerosas obras artísticas distribuidas en 206 galerías procedentes de 36 países, de las cuales 76 eran españolas y 132 extranjeras. La opinión de la directora, Maribel López, transmite la emoción y la felicidad de las galerías. Los resultandos han sido positivos, pues se ha reunido más de mil trescientos artistas y alrededor de ochocientos profesionales y coleccionistas. Además, un público de todas las edades con una presencia sobresaliente de jóvenes. El mercado, por otra parte, se corresponde que una destacada oferta de calidad y cantidad. Las compras institucionales parecen ser relevantes. Destaca la del Museo Reina Sofía que ha adquirido treinta obras de 22 artistas, la mayoría mujeres, cuya participación se ha hecho relevante.




La creciente presencia de galería latinoamericanas y de arte de ese origen han impulsado la llegada de coleccionistas procedentes de Venezuela, Brasil y Venezuela, que hace que Madrid rivalice con Art Basel Miami. En este ámbito, Arco tenía un espacio a modo de pequeño museo del Caribe, que reunía la obra de 19 artistas que trabajaban el tema de dicho mar. Respecto a los géneros, volvemos a ver la pluralidad de los mismos con presencia destacada de pintura en grandes y pequeños formatos; el grabado, el dibujo; la escultura, si cabe menos espectacular que en otras ocasiones, pero no menos valiosa; la fotografía, que mantiene su espacio; el videoarte, y el procedente de la creación digital, y un género, que ha llamado la atención, el textil o el tapiz con sus más variados materiales y representaciones, desde los más sencillos a los más elaborados tejidos.



En cuanto a precios, se ha destacado las obras más valiosas: la de una pintura de Miró por encima de los tres millones de dólares, otra pintura en este caso de Pablo Picasso de los años veinte, por más de dos millones, y una escultura de Alexander Calder, casi de su mismo precio. De todas las maneras, se han ofertado obras más baratas, asequibles al pequeño comprador o al coleccionista principiante. La vanguardia clásica, los grandes nombres del arte español y europeo, los hemos podido contemplar. A los ya citados con varios ejemplos, podemos destacar alguna obras de María Blanchard, Juan Gris, Oscar Domínguez, Matisse, Man Ray, Torres García y Salvador Dalí. De la abstracción posterior a la guerra mundial, sobresale un cuantioso número de lienzos de Antoni Tapies. Igualmente, de Saura, Rivera, Palazuelo, y más reciente, Luis Gordillo.  Otros artistas españoles muy presentes en esta edición han sido Juan Uslé,  Jaume Plensa y Darío Villalba.



La mujer artista ha cobrado en esta edición una especial importancia. A las históricas como Carmen Lafont se une Marina Núñez y Carmen Calvo. Por algunas obras, parecen haber vuelto los años ochenta, como diferentes obras de los Costus, o la escultura de Manuel, de Rodrigo Muñoz Ballester, que fue vendida en la feria del año 83, y vuelve, de nuevo al mercado. Se observa igualmente un incremento de la oferta de autores que presentan una exposición de arte en Madrid, como Colita, la fotógrafa barcelonesa recientemente fallecida, o el mismo Tapies anteriormente citado. Esta edición de Arco ha mostrado, igualmente, una pluralidad de estilos y tendencias: realismo, expresionismo, abstracción, surrealismo, constructivismo geométrico, estilo conceptual y pop, e incluso la performance, siguiendo las denominaciones clásicas, y una mixtura de ellas en los artistas más jóvenes, con las más variadas técnicas. En ello interviene el legado y la presencia de lo indígena en muchas de las obras, especialmente las procedentes de Latinoamérica, en detrimento del colonialismo y el racismo.




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