domingo, 25 de abril de 2021

Un nuevo Caravaggio


 Durante este mes de abril se ha hecho pública la noticia del posible descubrimiento de un nuevo cuadro del artista italiano, Caravaggio. La casa de de subastas Ansorena iba a subastarlo con el precio de salida de 1.500 euros, una cifra ridícula, cuando los mayores expertos se han fijado en la obra y la han atribuido al genio italiano del Barroco. Han quedado sobrecogidos por la belleza y la calidad técnica de la pintura. El tema religioso es muy común del periodo, un Ecce Homo, o Cristo entre los sayones. El Museo del Prado a instado a las autoridades a prohibir su exportación, con la declaración posterior, para su adecuada conservación, de Bien de Interés Cultural.




Ante la evolución de los acontecimientos, la familia propietaria, que ha guardado su identidad durante varias semanas, ha retirado el lienzo de la casa de subastas tras la protección de la administración, para proceder a su estudio, que se espera lo lleve a cabo el Museo del Prado. Al parecer el cuadro no se encuentra en buen estado, se le nota el paso del tiempo sobre los colores y el soporte. Mide alrededor de un metro y treinta centímetros. un tamaño pequeño, si lo comparamos con otras obras del autor. Es, por tanto, un cuadro que cayó en el olvido, y más cuando el artista perdió su fama entre el siglo XVII y mediados del siglo XX, cuando lo revalorizó el historiador Roberto Longhi con una gran exposición. 




Al ser hoy uno de los pintores considerados como genios de la Historia del Arte, y ser objeto de numerosas investigaciones, en poco tiempo, se ha logrado, plantear una hipótesis sobre su origen, y más cuando se sabe que pertenece a la familia Pérez de Castro, heredera de la colección del político liberal del siglo XIX, centrada en obras religiosas con contrastes lumínicos. Según los registros de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, esta obra le pertenecía y fue cambiada por un Alonso Cano de la colección del político. El cómo llegó aquí todavía se está investigando, pues no se han encontrado los documentos de entrada. 




Por otra parte se sabe de la existencia documental de cuadros con el mismo tema en posesión del mismo Caravaggio, y de coleccionistas españoles del siglo XVII, como el Conde de Castrillo, virrey de Nápoles, que como era costumbre, llevaron sus cuadros a suelo español. De hecho, según el inventario de 1657 de sus bienes, poseía un cuadro del autor con el mismo tema y parecidas medidas. Otras hipótesis hablan que fue un encargo del cardenal romano Massimo Massimi en 1605, también por referencias documentales. El tiempo desvelará, si se logra averiguar, todas las incógnitas que se plantean los historiadores. Igualmente, el verdadero esplendor de una obra hoy oscurecida por el paso del tiempo y el olvido. Mostrará, entonces, su valor, situado en más de 100 millones de euros.