Salvator Mundi, 1490-1519 |
Este mes de noviembre, la pintura atribuída a Leonardo Da Vinci, Salvator Mundi, ha sido subastada en la sala Christie´s de Nueva York y alcanzado la cifra récord de 382 millones de euros. Se convierte, así, en la pintura más cara jamás vendida. Esta circunstacia ha sido posible por emplear una estrategia de marketing exitosa. Recorrió distintas ciudades importantes del mundo y fue expuesta en la exposición monográfica que la National Gallery de Londres dedicó al genio florentino en 2011. Además, se subastó dentro de un lote de obras de arte contemporáneo con unos precios muy elevados, que le favoreció claramente. Partió con un extraordinario precio de salida, 60 millones de euros, una valoración alta para ser un maestro antiguo, aunque hay que destacar que era el último Leonardo en manos privadas, y según alguna opinión era la más rara y la importante pintura que ha aparecido en el mercado del arte en el último siglo.
La última cena, 1495-97 |
La pieza es una pintura al oleo sobre tabla de nogal. Su estado de conservación es regular y ha sido repintada sucesivas veces en estos quinientos años. Se atribuía al círculo de Leonardo, a algunos de los discípulos, aunque había dudas. Sin duda, el escorzo de la mano bendiciendo es propio del autor. Igualmente, la aplicación de la técnica del sfumato. De esta manera deja su huella personal a un tema más propio de la Edad Media, de la que conserva su visión frontal y solemne, que del Renacimiento. Por otra parte, se desconoce el anónimo comprador, de quien dicen no logrará recuperar la inversión. Un éxito, por tanto, para su antiguo propietario, el magnate ruso, Dmtry Rybovlev, que ha sabido beneficiarse del mercado del arte tan especulativo con las piezas de calidad excepcional.
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