viernes, 16 de junio de 2023

Retitular a Picasso


 

La Casa Encendida exhibe la exposición, PICASSO: SIN TÍTULO, que reúne 50 obras del artista malagueño entre 1963 y 1973. Son un grupo significativo de pinturas, dibujos, cerámicas y  grabados, los más recientes en su producción, que son despojados del título que fueron dados en su época, para obtener otros puestos por artistas contemporáneos, además de una reflexión sobre su importancia en la actualidad, desde diversos puntos de vista, político, sobre la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer, de los avances de la Inteligencia Artificial, la discriminación racial y el colonialismo. Es una oportunidad para criticar y valorar la obra de Picasso, en concreto la que llevó a cabo cuando era ya anciano. Demuestra que no perdió la vitalidad en el sur de Francia donde residía, apoyado por su última pareja Jacqueline Roque, visitado por amigos artistas y fotógrafos, que inmortalizaron ese periodo.



Ahora se conmemoran los 50 años de su muerte, y esta exposición se encuentra entre los eventos culturales asociados a esta fecha, que se celebrarán en España y Francia. Pablo Picasso fue un artista que no tituló sus obras, lo hicieron sus amigos, los agentes y comisarios, según su hijo, Bernard, con quien pasó muchas horas en aquellos años finales de su vida. Esos nombres, que para el público suponen una introducción a la obra para entenderla mejor, han sido apartados en una especie de vestíbulo en cada una de las salas de la Casa Encendida, por cierto, con poca iluminación, para enfrentarnos a otros nombres, creados por artistas actuales, impresos muchos de ellos en placas de acero. También dispuestos con textos, de prosa o verso, algunos ininteligibles, que reflexionan sobre la obra original.



 Podemos concluir que la obra picassiana hoy se ve destilada, sin duda, por el paso del tiempo; por el cambio de mentalidades, que aprecian desigualdad en el trato a la mujer mostrada muchas veces desnuda; en la valoración de lo africano como una cultura primitiva, subyugada por el colonialismo; por la influencia de la IA, que estereotipa la individualidad del artista, sobre todo de Picasso, que posee un estilo muy reconocible. Un estilo, el de su última época, muy personal, de carácter onírico sin olvidar del todo al cubismo, que fundó en la primera mitad del siglo XX. Es un estilo feliz de atractivos colores, con aspectos invariables en sus obsesiones artísticas. De esta manera, las cuatro salas que ocupan sus 50 obras de la Casa Encendida, plantean un juego, a la vez una crítica, una nueva valoración hasta cierto punto, de lo que sugiere hoy Pablo Picasso.


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