La sala CentroCentro del Ayuntamiento de Madrid presenta la exposición, SETENTA GRANDES MAESTROS DE LA COLECCIÓN PÉREZ SIMÓN, una selección escogida de uno de los conjuntos artísticos privados más relevantes reunidos, que suman un total de tres mil cuatrocientas obras entre pinturas, esculturas, dibujos y obra gráfica, producto de una intensa pasión por el arte y con el objetivo de su estudio, conservación y difusión. Un conjunto que muestra un espíritu enciclopédico por la variedad de autores y lugares de procedencia en tres de los continentes, Europa, América y Asia. Fruto del conocimiento y del gusto personal formado desde la adolescencia por medio de la visita de museos en su afán de búsqueda de la belleza. Una trayectoria que invita al visitante a realizar otra por esta selección que se presenta ahora en la capital, que se inicia en el Renacimiento. Destacan en esta sección titulada, Maestros antiguos y primeros modernos, un Retrato del Príncipe Carlos Luis de Van Dyck, de cuerpo entero y de gran tamaño; una Virgen con el niño, de Rubens; un extraordinario Murillo representado a San Juan Bautista; la Caridad, de Lucas Cranach el Viejo, y atendiendo al país de procedencia del coleccionista, una Virgen de Guadalupe, de Manuel de Arellano.
El siglo XIX constituye la segunda sección, seguramente el periodo que sobresale de esta exposición y de su entera colección, por el número y la calidad de sus obras. Entre ellas destaca, la pintura victoriana, el conjunto más importante de este periodo fuera del Reino Unido. Muestra sus distintas tendencias, el Academicismo, el Esteticismo, el Prerrafaelismo y el Romanticismo. Presenta una obra capital del periodo, Las rosas de Heliogábalo, de Lawrence Alma-Tadema. Tiene un apartado especial, El retrato femenino, donde se introducen obras de autores españoles, como Ignacio Zuloaga, Raimundo de Madrazo y Julio Romero de Torres. El conjunto de pinturas francesas del periodo sobresale, igualmente con relevantes ejemplos del Impresionismo, Postimpresionismo y Simbolismo, mostrando obras de Monet, Pisarro, Renoir, Gauguin, Cézanne, Van Gogh, y Gustave Moreau. Finalmente, de este siglo, observamos pinturas españolas de Sorolla y Anglada Camarasa.
La tercera sección, denominada, De las Vanguardias al arte actual, mantiene el atractivo para el espectador. Exhibe obras de Kokoschka y Munch, dentro del Expresionismo; de Picasso, Braque y Léger, que se engloban en el Cubismo; muestra una obra Dufy situada en el Fauvismo; y de Salvador Dalí, Paul Delvaux y René Magritte, representando al Surrealismo. Por otra parte, llama la atención el Desnudo reclinado con libro, de Tamara de Lempicka, en estilo art déco, y dos obras mexicanas, una de Diego Rivera, y otra de Frida Kalho, titulada, Niña Tehuacana, Lucha María, fechada en 1942. Las obras de la segunda mitad del siglo subrayan su gusto amplio y de diversa procedencia, con autores como Mark Rothko, Alex Katz, Pistoletto, Miquel Barceló y Manuel Valdés. La sala que pone fin al recorrido incluye obras procedentes de Japón y de China, potencia artística emergente. Finalmente, un paisaje urbano del realismo madrileño, la clásica representación del comienzo de la Gran Vía, de Antonio López García.
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