lunes, 10 de junio de 2024

La fotografía de Consuelo Kanaga


 

La Fundación Mapfre de Madrid presenta la exposición, CONSUELO KANAGA. ATRAPAR EL ESPÍRITU, que constituye una retrospectiva de esta fotógrafa norteamericana pionera de la modernidad, que reúne un gran número de copias de la época y publicaciones relacionadas con su labor profesional, provenientes del Museo de Brooklyn, donde está depositado su archivo. Aprendió la fotografía de forma autodidacta cuando escribía en el periódico San Francisco Chronicle  como complemento de sus textos. Luego sería su principal actividad, convirtiéndose en una de las primeras mujeres fotoperiodistas. Supo relacionarse con el mundo del arte, y dentro de éste, con movimientos de vanguardia de la imagen como los grupos f.64 y el Photo League. A principios de la década de los 20, complementaría su trabajo en la prensa con un estudio dedicado al retrato, género que se convertiría en principal foco de su actividad artística. De esta manera, se mantendría a sí misma y a sus parejas con la realización de retratos en la que destacaría con especial maestría. De hecho, constituyen el mayor número de las fotografías conservadas en su archivo.




El retrato le permite a Kanaga la experimentación con la imagen para realzar la capacidad expresiva mediante la pose, el recorte, la iluminación y la impresión. Rostros de retratados con las manos cerca, sobreexpuestos o subexpuestos, con fuerte contrastes de luces y sombras. Por otra parte, la fotógrafa fue una artista comprometida con la justicia social, la igualdad, la solidaridad, en favor de los derechos laborales y contra el racismo tan extendido por su país. Tras su viaje por países como Francia, Italia, Alemania, Hungría, y Túnez, fotografiando monumentos y sus gentes, se comprometió con la realidad social norteamericana en plena ebullición por los efectos de la Gran Depresión de los años 30. En esta época participó en el movimiento Nuevo Negro, que le llevó a colaborar en la redefinición y la celebración de la identidad afroamericana, a través de la realización de retratos de personalidades destacadas en la poesía, música y las artes plásticas.




Fruto de sus inquietudes, también participo en el movimiento de la fotografía obrera en esos años cruciales de entreguerras. De esta manera, en Nueva York, realizaría fotografías para publicaciones de izquierdas para fomentar la solidaridad de los trabajadores, frente a la reproducción de los valores de las clases acomodadas. Además, Kanaga fue un gran apoyo para muchas mujeres fotógrafas como Dorotea Lange, Berenice Abbot, Imogen Cunningham, Louis Dahl-Wolfe y Tina Modotti, entre otras, cuya fama ha perdurado más, a pesar de la inspiración mutua, porque ella no atendió tanto a su carrera profesional, como a la relaciones con quien apreciaba dentro y fuera del medio o sus circunstancias personales.



 A pesar de todo, en 1948 fue incluida en la exposición In and Out of Focus en el MOMA, con una fotografía que representaba el entorno natural de su nueva casa. Nunca olvidó su compromiso en captar la dura realidad de los afroamericanos en sus viajes al sur de los EEUU, hasta principios de la década de 1960, y su participación en libros como Prison Notes, de la escritora Barbara Deming. De todas maneras, la actividad fotográfica de Kanaga, disminuyó en las dos últimas décadas. Una actividad que compatibilizaba las necesidades económicas a jornada completa y la práctica del arte los fines de semana.



No hay comentarios:

Publicar un comentario