Las musas inquietantes, 1947 |
La sala Caixa Forum de Madrid organiza la exposición, EL MUNDO DE GIORGIO DE CHIRICO. Sueño o realidad, que reúne un conjunto de pinturas y esculturas del artista italiano, que se distribuyen en un cuidado y escenógrafico espacio expositivo que recuerda a uno de los motivos esenciales de sus lienzos, la plaza porticada. El recorrido que realiza el visitante resulta cómodo y sugerente para contemplar las distintas obras, la misma sensación que seguramente quiso transmitir el artista. Un trayecto a través de sus diferentes iconografías que se repitieron a lo largo de una larga vida de noventa años. De esta manera, nos encontramos con seis apartados temáticos, en los cuales se conjugan varios elementos, filosofía, arte y Antigüedad clásica.
Plaza de Italia con fuente, 1968 |
Giorgio de Chirico fue el creador a comienzos del siglo XX de la llamada pintura metafísica, que puede entenderse como una visión original de la realidad en la que se mezclan el sueño y la memoria, con referencias a un tiempo eterno. Esta visión será muy influyente en diversos movimientos artísticos como el realismo mágico, el pop art o el arte conceptual, pero sobre todo en el surrealismo, que le tendrá como uno de sus mentores. La sección principal de la exposición madrileña y el tema central de la pintura metafísica son las Plazas de Italia y maniquíes, desarrollada en Paris entre 1911 y 1915. Son imágenes compuestas por plazas porticadas, esculturas clásicas, torres, chimeneas, apariencias humanas como estatuas que transmiten un sentimiento fuerte y misterioso de raíz nietzschiana.
Retrato de Isa, 1934 |
El tema de los Interiores metafísicos nació durante la Primera Guerra Mundial cuando el artista sirvió como soldado. Representa un conjunto de objetos en el centro de una habitación en perspectiva con ventanas a paisajes arqueológicos y naturales, fábricas y plazas. Una iconografía más enigmática son los Baños misteriosos, creada en 1934 para las diez litografías que acompañarían otros tantos textos del escritor, Jean Cocteau, para el libro Mythologie. Representa la imagen del agua como un suelo de parquet en escenas ambientadas en un paisaje abierto. Hombres desnudos se sumergen en estas aguas, mientras otros vestidos permanecen de pie o sentados alrededor.
Visión metafísica de Nueva York, 1975 |
Los elementos de la cultura clásica son recurrentes en su obra y en varias iconografías, pero destacan sobre todo en la sección llamada, Mundo clásico y gladiadores, en el que éstos aparecieron especialmente, por primera vez en 1927. Para De Chirico, el género clásico por excelencia fue, el retrato, así los vemos también en su larga trayectoria. Hay que entenderlos no como simples representaciones de un personaje determinado, sino a los que hay que añadir una captación de la psicología. El apartado, Historia y naturaleza, reúne, finalmente, a las obras en las que el artista trata de recuperar los valores plásticos del pasado artístico, centrándose en el barroco, en la pintura de Rubens.
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