Este mes ha saltado la noticia que la empresa Abengoa S.A., la que fuera la primera firma en cotizar en el Ibex y dar empleo a más de 26.000 personas, sale a subasta por 23.245.000 euros. Fue disuelta a finales de julio de 2022, dejando todavía numerosas deudas. Sin embargo, lo más destacado es que su bien más cotizado es la pintura de San Pedro penitente, realizada por Murillo en 1675 como encargo de Justino de Neve para el Hospital de los Venerables de Sevilla. Un lienzo que formó parte del expolio llevado a cabo por el mariscal Soult durante la Guerra de la Independencia. La obra fue comprada por la empresa andaluza en 2014 por seis millones de euros a un coleccionista iraní en la Isla de Man. Ahora se teme que siga su periplo por ser una pintura documentada desde su inicio y muy representativa de la época de madurez del artista. Además la pintura antigua carece en la actualidad de obras representativas en el mercado, lo que aviva su atractivo entre los compradores. De hecho, en 2016 su tasación alcanzó los ocho millones de euros.
Las instituciones se han coordinado esta vez para que no salga de Andalucía, ni de España. Ha sido declarada por la Junta como Bien de Interés Cultural, lo que limitará el precio de venta, y además, parece ser que el Estado ejercerá el derecho de tanteo en la subasta. Por otra parte, la Consejería ya había adquirido la Santa Catalina de Alejandría, también obra de Murillo que formó parte del expolio de las tropas napoleónicas, y pertenecía a la Fundación Focus de Abengoa, y que tuvo que vender junto a una Sagrada Familia de Bartolomeo Cavarozzi, por falta de fondos. Dicha fundación es propietaria de varias obras de Velázquez, como la Santa Rufina, que compró en 2007, por 12,47 millones de euros para su sede en el Hospital de Los Venerables.
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